05 Jul

Nadie quedó indiferente al fenómeno natural que vivimos esta semana y el privilegio geográfico que ello significó.

Pese a que el Eclipse se dio en un horario fuera de nuestro horario de clases, en la mañana los profesores invitaron a los estudiantes a aprender y a reflexionar sobre el fenómeno, considerando las distintas edades en que se encuentran.

Los cursos de pre escolar (Caminantes, Prekinder y Kinder), se prepararon viendo un video que les permitió comprender el fenómeno, que luego plasmaron en un modelo, identificando los elementos centrales (tierra, luna y sol), el movimiento de los mismos y las diferentes fases del eclipse. Al día siguiente pudieron compartir cómo lo vivieron en sus casas: qué hicieron y qué sintieron.

En el segundo ciclo, los profesores presentaron a los estudiantes videos que entregaban información científica sobre el eclipse y elementos de auto-cuidado para poder observarlo. Fundamentalmente fue un tiempo de reflexión en que pudieron conversar y responder preguntas formuladas por los niños y niñas.

La biblioteca, con la finalidad de reforzar y profundizar lo aprendido en las salas de clases, preparó el mural informando a la comunidad sobre el fenómeno y los cuidados que implicaba presenciarlo. Además, durante el recreo  invitó a niños y niñas a realizar una entretenida actividad en cartulina, representando el eclipse, a la que concurrieron estudiantes  de todos los cursos.

En la hora del eclipse, para observar con la precaución debida, profesores y alumnos mayores que no tenían lentes, pudieron usar una cámara oscura, fabricada por el equipo de Biblioteca, artefacto recomendado por la NASA, y que actúa como un proyector casero. El observador se ubica de espalda al sol y la luz se proyecta dentro de la caja a través de un pequeño orificio, permitiendo ver en el fondo blanco la forma del disco solar en cada una de las etapas.

Parafraseando a nuestra educadora Gabriela Cid, lo más importante de todas estas actividades fue posibilitar que todos, niñas, niños y profesores, nos maravillemos y vivamos significativamente este tipo de acontecimientos, pues estamos siendo testigos de la historia.