11 May

Con gran alegría y entusiasmo las alumnas del 8º Básico vivieron su primer apostolado de este año. Tras un discernimiento realizado en clases, ellas decidieron ponerse al servicio de niños y personas con discapacidad.

El servicio se realizó en Coanil, institución a la que nos acercamos y nos pusimos a disposición de sus necesidades, que fue  limpiar vidrios y patios. Con diarios, limpia vidrios y escobas, las alumnas se pusieron en acción, con dedicación y cariño.

Fue una tarde de acción que también despertó en ellas preguntas y cuestionamientos frente a la realidad que conocieron, y que les permitió sensibilizarse ante la discapacidad de otros y valorar el trabajo de las cuidadoras de los niños de Coanil y el cariño que entregan a los niños.