25 Oct
Querida Comunidad Nuestra Señora del Camino:
Ante la compleja situación que estamos viviendo como sociedad chilena, que a cada persona la puede estar afectando de distinta forma, los adultos estamos llamados a acompañar a los niños, niñas y jóvenes, para que esta sea una experiencia de aprendizaje que les permita comprender lo que está sucediendo y aquello que están sintiendo, de acuerdo a su edad y características personales.
Como aporte a cada familia y miembros de esta comunidad, compartimos algunas ideas y sugerencias para estos días:
- Ofrezcámosle a los niños, niñas y adolescentes la oportunidad de hablar sobre lo que está pasando. Animémoslos a que digan lo que les preocupa y a que hagan preguntas que necesiten. Esta es una oportunidad que permite modelar un diálogo en familia, que acoge los sentimientos y respeta la diversidad de puntos de vista que pueden existir.
- Con los más pequeños, el juego, el dibujo y cualquier expresión creativa ayuda a que procesen sus vivencias y emociones. De esta forma expresan lo que sienten y pueden hablar de lo sucedido.
- Para los más grandes, es importante invitarlos a pensar en actitudes que podemos empezar a poner en práctica hoy, para colaborar al bienestar y la vida comunitaria en Chile.
- Ante la gran diversidad de información que recibimos de los medios de comunicación y las redes sociales, escuchar, acoger y encauzar la reflexión hacia un discernimiento que nos permita dar los pasos necesarios para el bien común de todos y todas.
- Fomentemos nuestro sentido de comunidad, no justifiquemos la violencia en ninguna de sus formas, pero sí generemos en nuestra familia y colegio espacios de paz y respeto.
Como Comunidad Nuestra Señora del Camino, hoy queremos profundizar en nuestra inspiración, la espiritualidad ignaciana, que busca:
“Ser una comunidad de hombres y mujeres…
- Reflexivos, críticos e inquietos intelectualmente, que disciernen el sentido de la vida.
- Conscientes de sus oportunidades; que se saben y se sienten iguales en dignidad con todas las personas; reconociendo, aceptando y resguardando las diferencias.
- Capaces de amar y expresar el amor en sus relaciones interpersonales.
- Activos participantes de una comunidad humana mayor, que aportan a la construcción de una convivencia armoniosa y a la búsqueda del bien común; especialmente, para los más desprotegidos de nuestro país.
- Sensibles al dolor de las personas, generosos en el servicio a los más vulnerables y comprometidos en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
- Contemplativos en la acción, capaces de integrar la oración y búsqueda de la voluntad de Dios, los grandes sueños, anhelos e ideales, la acción de servicio y el compromiso con nuestro país y los más vulnerables.” (Perfil del Estudiante, Proyecto Educativo NSDC)
Que este tiempo difícil que estamos viviendo nos anime a “En todo amar y servir.”
Fraternalmente,
Equipo Directivo NSDC