14 Nov
En una emotiva y alegre Ceremonia de Graduación dimos nuestra última despedida a la Generación 2018. Las estudiantes, acompañadas por sus familias, profesores y amigos se vistieron, por última vez, con su uniforme y participaron de este acto en el que se cierra un importante ciclo.
Tras unas afectuosas y significativas palabras de despedida dirigidas por su profesora jefe, Carolina Santelices, las jóvenes recibieron con gran alegría su licencia de enseñanza media en medio de las felicitaciones y cariñosos aplausos de sus familiares y amigos.
Durante la ceremonia, las alumnas del electivo de música, acompañadas de su profesora Jineth Zabala, interpretaron las canciones “Anhelando Iruya” de Perotá Chingó y “Soy pan, soy paz, soy más” de Piero. Con esta última canción ellas ganaron el año 2017 el Festival “Canto a Mis Raíces” del colegio Monjas Inglesas.
También, las estudiantes del electivo de arte presentaron el regalo que como generación le dejan al colegio, el que se encarna en el proyecto “Nuestras Huellas”. Este consistió en dos pinturas, con forma de ventanas, que muestran dos paisajes chilenos: Rapa Nui y la Araucanía. Estos cuadros son un símbolo de lo vivido como curso en el último tiempo.
Al momento de las premiaciones se realizó una distinción especial a un grupo de estudiantes del electivo de historia que participaron, con un documental realizado por ellas, de la décima primera versión del Concurso Patrimonio Histórico de Eustory, perteneciente a la red de entidades civiles europeas. Ellas obtuvieron el 2º lugar de la competencia con el documental titulado: “Un sueño pintado Violeta”.
Nuestra directora, Isabel Fuenzalida, en sus palabras las invitó a seguir desarrollando todas las dimensiones del ser humano sin dejar de lado la dimensión espiritual, la introspección, la comprensión y aceptación de sí mismas. Las instó a que sus acciones estén movidas por la bondad, la verdad, la justicia y la belleza, y a construir relaciones de calidad con los otros, desarrollando un sentido de comunidad.
También agregó: “En eso consiste la excelencia ignaciana: es realizar la labor EN excelencia PARA el servicio a otros y CON otros. Con el sello propio y con alegría” y las animó a seguir su vocación: “Es momento de volar. No dejen que los adultos les quitemos las alas, ni las cuelguen ustedes por miedo o imitación. Volar implica el esfuerzo de despegar, la claridad del rumbo, además de la confianza en los que acompañan su vuelo.”
La ceremonia de Graduación finalizó con la premiación del “Espíritu Nuestra Señora del Camino”, que este año fue recibida por la alumna Marcela Calle Espinosa.